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ART 20: EL CLIMA EN EL PLANETA MARTE

ART 20: EL CLIMA EN EL PLANETA MARTE

El tamaño del planeta Marte es aproximadamente la mitad del de la Tierra, y una masa 10 veces menor y la fuerza de la gravedad en su superficie es el 40% de la nuestra. Su orbita alrededor del Sol es de 687 días y le separan del mismo 228 millones de kilómetros. La distancia entre los dos planetas oscila es de 59 a 102 millones de km., dependiendo de la oposición en la que se encuentre.

 

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Comparación del tamaño de la Tierra y Marte

 

Las estaciones de Marte duran el doble que en la Tierra, debido básicamente a la inclinación de su eje de rotación que es de 25º, también tiene casquetes polares y una atmósfera ligera. La duración del día es algo superior a las 24 horas. Pero estas estaciones no provocan demasiados cambios en el paisaje. La sensación que se podría tener sería parecida a la existente en un desierto, pero con un clima ártico, 7hPa de presión atmosférica en superficie, temperatura durante el día (casi siempre soleado) de unos -50 ºC de media, aunque en verano y en zonas ecuatoriales se pueden registrar hasta +20 ºC, que llega a descender hasta -80 ºC durante la noche, y una tenue capa de ozono insuficiente para detener la radiación solar ultravioleta.

La atmósfera de Marte está constituida principalmente por CO2 (95,3%), nitrógeno (2,7%), argón (1,7%), cantidades menores de agua, CO y oxígeno molecular, y vestigios de gases nobles como el neón, kriptón y xenón. En función de la estación del año marciano, hora del día y latitud, varía la concentración de vapor de agua en la atmósfera, aunque nunca dan lugar a nubes de cierta consistencia como pudieran ser los cúmulos o estratocúmulos terrestres. La atmósfera más seca se ha detectado en las zonas polares durante el invierno, y la más húmeda también en zonas polares pero en verano. Las frecuentes tormentas de polvo reducen el contenido de vapor de agua atmosférico mientras tienen lugar.

La tenue atmósfera de Marte no permite una acumulación de calor suficiente como para evitar el
progresivo enfriamiento y formación de hielo en los polos (hielo seco, mayormente), estimándose en tan solo 5 ºC el aumento en la temperatura debido al efecto invernadero. La pequeña cantidad de oxígeno presente en la atmósfera imposibilita la formación de una verdadera capa de ozono, lo que permite la disociación del CO2 en CO y oxígeno en toda la atmósfera. Las reacciones entre el hidrógeno atómico y el oxígeno molecular llegan a formar peróxido de hidrógeno, poderoso oxidante que juega un importante papel en la oxidación de los minerales de la superficie, dando a Marte ese tinte rojo tan característico.

 

 

A pesar de la pequeña cantidad de vapor de agua en la atmósfera marciana, se alcanza la saturación con mucha facilidad, dando lugar a diversos tipos de nubes bastantes parecidas a las existentes en La Tierra. Las nubes de Marte son amarillentas, blanquecinas y azuladas, las primeras deben estar formadas por polvo superficial levantado por el viento, y siempre aparecen asociadas a las grandiosas tempestades de arena, tormentas de polvo tan habituales como únicas entre todos los cuerpos del Sistema Solar; las blancas se observan siempre en lugares próximos al “terminador” (línea que separa la zona iluminada de la oscura), es decir, al amanecer y al atardecer, dando la sensación de desaparecer con el calentamiento de la atmósfera en el transcurso del día. Las nubes azuladas siguen el mismo patrón de conducta que las blancas, que también se forman en las zonas polares. A pesar de la existencia de nubes, no llueve nunca, pues las mencionadas condiciones de presión y temperatura no lo hacen posible.

Entre los distintos tipos de nubes se encuentran las nubes convectivas, que se forman por calentamiento de la superficie durante el día a una altitud de entre 5 y 8 km, versiones reducidas y menos consistentes de nuestros conocidos cúmulos, en forma de pompa, que se forman en las altiplanicies ecuatoriales a partir del mediodía marciano. Cuando existen fuertes vientos y encuentran un gran obstáculo en su camino (una elevada cadena montañosa, por ejemplo), al rebasarlo se produce un movimiento ondulatorio que da lugar a las llamadas nubes ondulatorias, de bastante parecido a los altocúmulos lenticulares que vemos en La Tierra, siempre que se den las condiciones de humedad y temperatura necesarias. Si se da un ascenso forzado por una gran pendiente de enorme extensión, el aire, en su elevación, se satura y forma nubes orográficas, que son nubes aisladas, delgadas y uniformes, con similar aspecto a los estratos terrestres, y que se encuentran en las proximidades de las elevadas cumbres (recordemos que Marte posee las montañas más altas de todo el Sistema Solar). Las nieblas matinales parecen estar en equilibrio con la capa de escarcha de agua que cubre la superficie del planeta en extensas regiones, que con el calentamiento de los primeros rayos del sol se evapora (sublima), condensándose en el seno de la atmósfera y dando lugar a la niebla. Por la noche, cuando descienden las temperaturas de nuevo hasta valores de -120 ºC, aparece de nuevo la blanquecina escarcha sobre la superficie. En las regiones polares, y en épocas invernales o de finales de otoño, donde pueden registrarse hasta -130 ºC, la temperatura de la atmósfera a grandes altitudes es suficientemente baja como para dar lugar a la formación de unas nubes blancas que pueden estar compuestas por cristales de hielo seco. Son nubes de dióxido de carbono, probablemente con aspecto parecido a los cirros terrestres, que desaparecen en primavera.

El ciclo diario de calentamiento de la superficie, conlleva una notable oscilación en el régimen de vientos (efecto de marea) en la atmósfera, mucho más intenso que en nuestro planeta. Cerca de la superficie, el viento suele soplar con una velocidad media aproximada de 40 km/h, viento más que apreciable. Aún así, a distancias mayores del suelo, entre 50 y 100 km, por ejemplo, los efectos de marea son mucho más intensos, sirviendo de “mezclador” eficaz de los componentes atmosféricos. A consecuencia de la baja presión en la superficie, o mejor dicho de la baja densidad de su atmósfera, levantar partículas sólidas de polvo o arena del suelo precisa de vientos de más de 100 km/h; no obstante, una vez suspendidas en el aire pueden ya permanecer como tormentas o grandes tempestades de polvo durante largos periodos de tiempo, meses incluso, debido al efecto combinado de la baja gravedad en superficie (1/3 de la terrestre) y de su tenue atmósfera. En invierno, cerca de los polos, se producen fuertes vientos, con intensidad superior a 300 km/h, que suelen originar esas espesas tormentas de polvo locales que frecuentemente se esparcen por todo el planeta dando lugar a violentas tempestades globales que cubren a Marte de un opaco velo amarillo-rosáceo. El paisaje típico de Marte nos muestra impresionantes cañones, elevados volcanes extinguidos, cráteres semejantes a los de La Luna y continuas tormentas de arena que nublarán su rojiza superficie muy pedregosa y escarchada (en Marte se encuentra el Monte Olimpo, la mayor elevación del Sistema Solar, con un diámetro de 600 kilómetros y una cima que se eleva 24 000 metros sobre su base). El cielo presenta un color asalmonado más o menos intenso dependiendo de la cantidad de polvo en suspensión, que deja ver el Sol (siempre que alguna nube o tormenta de polvo, no lo impidan) con un tamaño casi la mitad del que muestra desde La Tierra.

 

¿QUÉ TIEMPO HACE HOY EN MARTE?

En alguna ocasión todos nos hemos preguntado qué tiempo hace en Marte. Bien, si queremos saber qué tiempo hace hoy en el Planeta Marte, solo tenemos que observar la siguiente imagen. REMS (Rover Environmental Monitoring Station) es una estación meteorológica de diseño español que viaja a bordo del Curiosity y nos suministra los datos meteorológicos del planeta en la zona en la que aterrizó: el cráter Gale. A lo largo de su itinerario, el vehículo ha desvelado algunas peculiaridades meteorológicas de la zona, que, pese a situarse en la región más cálida de Marte, tiene un clima extremadamente frío, con temperaturas que rara vez superan los 0ºC y que sufren oscilaciones diarias de hasta 80ºC.

 

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canaltiempo21/Noviembre-2016