ART 12: EL CIELO ES AZUL, ¿POR QUÉ?

ART 12: EL CIELO ES AZUL, ¿POR QUÉ?

Después de varios días de lluvia nos levantamos y vemos un radiante cielo azul. Y en más de una ocasión nos habremos preguntado ¿y por qué el cielo es de color azul?

De todos es conocido que la luz que recibe la Tierra procede de los rayos del Sol. Y la causa de que veamos el cielo de color azul es debido a la interacción de los rayos de luz blanca procedentes del Sol con la atmósfera terrestre.

Cuando un rayo de luz atraviesa un cuerpo traslúcido/transparente cada uno de los colores que lo integran se separan y desvían en un determinado ángulo, en dependencia del tipo de cuerpo que atraviese.

La luz blanca visible que emite el Sol corresponde solamente a una fracción de todas las ondas que integran el espectro electromagnético y está formada por una gama de colores igual que la de un arcoiris, es decir, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, y violeta.

Ello se comprueba facilmente al hacer atravesar un rayo de sol a través de un prisma. Cada uno de los colores en que se descompone el rayo de luz blanca visible, posee una longitud de onda y frecuencia fija correspondiente, dentro del espectro electromagnético.

Al atravesar la atmósfera los rayos del Sol tienden a dispersarse debido a la acción que ejercen sobre los mismos el polvo y las gotas de agua suspendidas en el aire, que desprenden por evaporación los océanos, mares, lagos y ríos.

Los rayos de luz violeta y azul, cuando atraviesan la atmósfera, se desvían en mayor medida que los amarillos y rojos. De esa forma, al chocar con las partículas de aire cargadas de polvo y humedad, provocan un constante cambio en su trayectoria. Esa desviación o rebote que se produce se denomina “esparcimiento”.

Los diferentes colores o longitudes de onda de la luz, se dispersan por estas colisiones en cantidades diferentes. La luz violeta tiene la longitud de onda más corta (400 nanómetros) por lo cual se dispersa más que la luz roja que tiene la longitud de onda más larga (750 nanómetros).

Por lo tanto cuando la luz del Sol atraviesa la atmósfera, la luz con la longitud de onda más corta es la luz violeta, que se dispersa en todas las direcciones, pero la vemos de color azul debido a que la retina humana capta mejor este tono.

Sin embargo, cuando observamos el Sol situado cerca o sobre la línea del horizonte del mar o de la Tierra durante el amanecer o al atardecer, los rayos de luz que emite, atraviesan en ese momento una masa de aire de mayor espesor, viéndose obligados a interactuar muchas más veces con las partículas de agua y polvo suspendidas en la atmósfera.

De esa forma los rayos violetas y azules salen esparcidos con mucha más fuerza hacia los lados, al igual que los amarillos, mientras los rojos, con una mayor longitud de onda, continúan propagándose en línea recta. Por ese motivo a la salida y puesta del Sol, el cielo adquiere tintes rojizos en lugar del color azul.

canaltiempo21/Abril-2016